jueves, 8 de mayo de 2008

La relación con otras áreas de conocimiento

A lo largo del ciclo, planificaremos actividades que permitan a los alumnos identificar
y analizar los modos en que la humanidad va transformando la naturaleza
para resolver sus necesidades básicas, como por ejemplo: construir sus viviendas,
fabricar sus vestidos, cocinar sus alimentos, obtener agua. En estas actividades
se identificarán los “modos de hacer” característicos de la época y de la cultura y
esto obliga a establecer relaciones con las Ciencias Sociales.
El estudio de las diversas expresiones del “quehacer tecnológico”, como son la
construcción de viviendas, la elaboración de productos alimenticios o vestimentas,
el transporte de mercaderías o de personas, entre otros, permitirá el desarrollo de
actividades de enseñanza que resultan enriquecedoras tanto para Tecnología
como para las Ciencias Sociales. Se sugiere ver en Cuadernos para el aula:
Ciencias Sociales, el Eje temático “Las sociedades y los espacios geográficos”.
Por otra parte, en las actividades de experimentación y análisis de diversos
“procesos técnicos” será necesario promover la identificación de las acciones
que se realizan en cada paso del proceso (como comprimir, torcer, aplastar,
estirar, cortar, mezclar, separar, calentar, enfriar), reconociendo los cambios que
estas acciones producen sobre los materiales. Este es un claro ejemplo de articulación
con las Ciencias Naturales, que se ocupan de conceptualizar acerca
de la diversidad de la materia y sus propiedades físicas y químicas. Se sugiere
ver en Cuadernos para el aula: Ciencias Naturales, el Eje “Los fenómenos del
mundo físico” y el Eje “Los materiales y sus cambios”. Las actividades que se
desarrollen con los alumnos permitirán categorizar los tipos de procedimientos
técnicos adecuados, en función de los materiales a transformar y de las
características de los productos que se desean obtener.
Una interpretación de los hechos tecnológicos requiere, además, del reconocimiento
de las relaciones de espacio y tiempo en correspondencia con los procesos
técnicos que se analizan en clase. Así la enseñanza técnica plantea requerimientos
de orden matemático al identificar el orden de una secuencia de pasos,
al observar e identificar las formas de los objetos, al reconocer la organización y
disposición en el espacio de las máquinas y herramientas en un lugar de trabajo,
o la dirección de los movimientos de las partes de un artefacto. Del mismo modo,
el control de los procedimientos en los procesos técnicos incluye operaciones de
comparación de longitudes, magnitudes y cantidades, y los instrumentos adecuados
para medirlas, lo que implica el trabajo con nociones matemáticas.
Sugerimos ver en Cuadernos para el aula: Matemáticas 3, las propuestas para
la enseñanza del Eje temático “Geometría y medida”.
Finalmente, las formas de comunicar la “información técnica” en las clases de
Tecnología serán variadas, desde recetas e instructivos gráficos, planos para la
construcción, hasta códigos para el control de máquinas o artefactos. En el
Primer Ciclo de la Escuela Primaria/EGB la interpretación y producción de instructivos,
así como la descripción de procesos de fabricación resultarán útiles
para relacionarse con el “saber hacer” como parte importante del conocimiento
tecnológico. La representación de los fenómenos técnicos a través de descripciones
orales, croquis, dibujos, esquemas, diagramas de secuencias, entre otros,
constituye un medio importante para la comprensión. La utilización de tablas,
cuadros, listados y diagramas y otras formas de representación permitirá aclarar
los hechos, ordenarlos desde determinados puntos de vista y generalizarlos. De
igual modo la representación gráfica es de particular importancia para el desarrollo,
en los niños, del pensamiento técnico y de la imaginación.
Por tal razón, será interesante que el docente proponga a sus alumnos que,
durante la realización de las actividades de aprendizaje (visitas a lugares de trabajo,
análisis de procesos, diseño de objetos, entre otros) utilicen diferentes tipos
de representaciones para expresar lo que ven, lo que hacen, lo que está sucediendo.
Teniendo en cuenta que objetivar ayuda a entender, podrán descubrir
aspectos que estaban implícitos pero que se pueden volver más visibles y comprensibles
cuando intentamos comunicarlos.

Extraido de NAPs de primer ciclo

El sentido de la educación tecnológica en la escuela

Los niños, al ingresar en primer año de la escolaridad básica, suelen considerar
los productos tecnológicos como si se tratase de algo natural, sin cuestionarse
el papel de la actividad humana en la creación de estos productos. Las ciudades,
los puentes o los campos sembrados simplemente se presentan como parte
del entorno, y no puede esperarse que ellos se pregunten en forma espontánea
si las cosas siempre han sido como ellos las conocen, o si siempre serán así.
Desnaturalizar aquello naturalizado, inaugurar nuevas preguntas en relación con
Los niños, al ingresar en primer año de la escolaridad básica, suelen considerar
los productos tecnológicos como si se tratase de algo natural, sin cuestionarse
el papel de la actividad humana en la creación de estos productos. Las ciudades,
los puentes o los campos sembrados simplemente se presentan como parte
del entorno, y no puede esperarse que ellos se pregunten en forma espontánea
si las cosas siempre han sido como ellos las conocen, o si siempre serán así.
Desnaturalizar aquello naturalizado, inaugurar nuevas preguntas en relación con
los objetos que cotidianamente utilizan. En primer lugar, podremos destacar que
los objetos son “diseñados”, es decir que alguien pensó en su forma y en las
características de los materiales con que se fabricaron las partes, haciendo hincapié
en que la forma y el material utilizado en la fabricación del objeto se relacionan
con la función que debe cumplir o con su uso. Promoveremos así la comprensión
de ciertas dependencias entre la forma de los artefactos y la función
que estos deben cumplir, analizando las relaciones entre finalidad, propiedades,
forma y los procedimientos de fabricación.
Las preguntas que el maestro plantee permitirán orientar la selección de los
materiales adecuados para construir el objeto. Por ejemplo: ¿de qué material
conviene fabricar un objeto? La respuesta a esta pregunta refiere a la función
general que dicho objeto debe cumplir y dispara una nueva pregunta: ¿para qué
sirve este objeto? A su vez, esta pregunta lleva a otra: ¿qué peculiaridades
tiene este objeto, para poder cumplir dicha función?; la respuesta será, por
ejemplo: tiene que ser resistente a los golpes o caídas (que no se rompa fácilmente);
una parte debe ser flexible (puede doblarse sin romperse); necesita
ser opaco, translúcido o totalmente transparente (en relación con la luz); ser
permeable al agua; debe ajustarse a una parte del cuerpo, entre otros posibles.
Así el docente a través de estas y otras preguntas podrá orientar la indagación
de sus alumnos acerca de las características del material adecuado
para fabricar el objeto diseñado por ellos.
En el primer y segundo año del Ciclo se podrá partir de la identificación de
los artefactos que se utilizan como intermediarios entre las acciones humanas y
el medio (las herramientas y utensilios de cocina) y del planteo de solución de
problemas sencillos de diseño y construcción de artefactos adecuados para realizar
una tarea. En las Propuestas para la enseñanza. incluidas en este documento,
se presentan ejemplos de este tipo de actividades. En el tercer año las propuestas
didácticas retomarán estos aspectos, y los ampliarán a otros ejemplos,
propiciando el reconocimiento de las partes de las herramientas de uso cotidiano:
mango, mecanismos y efector. Se diferencian de esta manera la parte de la
herramienta que se relaciona con el cuerpo y que permite su accionar (mango,
pedales, entre otros), los mecanismos que transmiten el movimiento y la parte
de la herramienta que actúa sobre el material y efectúa la tarea (corta, cose,
bate, etc.).

Extraído de NAPs de Tecnología de primer ciclo

El quehacer tecnológico y su relación con la enseñanza de tecnología en la escuela

Plantear como contenido de estudio la inmensa variedad de tecnologías desarrolladas
a lo largo de la historia parece una tarea imposible. En realidad no se
pretende que los alumnos de EGB/Nivel Primario aprendan en la escuela una
“topografía del universo completo de las técnicas” ni una historia de los grandes
desarrollos tecnológicos. Lo que se espera es que los alumnos puedan
plantearse interrogantes y ser capaces de encontrar respuestas acerca de algunas
de las relaciones entre la técnica y el modo en que las personas resuelven
problemas de la vida cotidiana.
La tecnología se caracteriza por la existencia concreta, en el tiempo y el espacio,
de un campo de fenómenos como resultado de la acción intencionada y
organizada del hombre (acción técnica) sobre la materia, la energía y la información,
que da lugar a una serie de artefactos y procesos que constituyen nuestro
entorno artificial. Las actividades de enseñanza procurarán entonces desarrollar
puntos de vista comprensivos y críticos frente al mundo fuertemente artificial
construido por las sociedades. La educación tecnológica, como espacio curricular,
se propone promover en la formación de los niños y las niñas tanto el desarrollo
de la capacidad de identificar y resolver problemas técnicos como de una
mirada que identifique a la tecnología como un aspecto fundamental de la cultura,
favoreciendo nuevos vínculos de los alumnos con el medio tecnológico en
el que están inmersos. Así, en la escuela los niños deberían ser iniciados en el
estudio de lo que algunos autores denominan “la cultura tecnológica”.
Por otra parte, los saberes del área de Tecnología se vinculan con el campo
vivencial y empírico de niños y niñas, sin distinciones. Tanto los niños como las
niñas sienten curiosidad por los fenómenos técnicos desde los primeros años de
la escolaridad; en este sentido, la enseñanza de tecnología permite desarrollar
esta curiosidad infantil y promover el interés de los alumnos por el funcionamiento
de las cosas o acerca de “cómo hacer” un determinado producto, a la vez
que tiene un efecto motivador del aprendizaje al combinar la tecnología con
otras áreas del currículo.
Es necesario aclarar que, en la realización de actividades de enseñanza de
educación tecnológica en la EGB/Primaria, los propósitos perseguidos trascienden
la reproducción de ciertas técnicas significativas o el desarrollo de habilidades
motrices. El modo en que el docente lleve adelante este tipo de actividades
estará en relación directa con la intencionalidad pedagógica y con las posibilidades
de sus alumnos: no aprenden lo mismo los chicos cuando el docente explica
y muestra un determinado procedimiento para que ellos lo reproduzcan, que
cuando les propone un determinado producto a elaborar y deja a ellos la tarea
de explorar los posibles caminos a seguir. La propuesta pedagógica en el área
intenta ampliar el universo de experiencias de los alumnos, para que luego puedan
resolver problemas, seleccionando los procedimientos adecuados y diseñando
sus propios productos.
El modo en que las operaciones técnicas se crean o se modifican, la manera
en que se controlan, los medios que se emplean, la organización de las mismas
formando procesos o las relaciones con el contexto en que surgen y se desarrollan
configuran un cuerpo de conocimientos que busca englobar elementos
aparentemente sueltos y permite mostrarlos como proyecciones de algo más
general. Así en la enseñanza de Tecnología cobra relevancia el concepto de
“sistema”, y son objeto de estudio los sistemas técnicos que procesan materiales,
energía o información, mediante operaciones tales como la transformación,
el transporte o el almacenamiento. Por ejemplo, si tomamos como tema de estudio
la transformación de materiales se desarrollarán en el Primer Ciclo actividades
de análisis de sistemas productivos tales como una panadería, un taller de
producción artesanal o un tambo, entre otros. Vistos como un sistema se analizará
qué entra y qué sale del mismo (entran ciertos insumos y salen determinados
productos) y se estudiarán los procesos que allí se desarrollany así como
también quiénes trabajan allí, qué tipo de actividades realizan, las herramientas
y máquinas que se utilizan y el tipo de energía que se consume. Es decir, que
cobran relevancia las relaciones al interior del sistema técnico que se analiza.
“Aun cuando el concepto de sistema no juegue siempre un papel dominante
en el trabajo de los ingenieros, puede ser útil desde el punto de vista didáctico
porque ayuda a los alumnos a formarse una idea más a fondo de las tecnologías
que ven a su alrededor, más que un conocimiento detallado acerca de las
especificidades” De Vries, Marc, 2001.
Las situaciones en las que los alumnos resuelven tareas de escritura específicas
del área de Tecnología son aquellas que combinan textos verbales y no verbales
para comunicar información técnica. La tecnología tiene un “lenguaje” propio
que involucra formas de representación y de comunicación, con la intención
de volver más eficiente el diseño, el uso de un determinado artefacto o el proceso
de reproducción de algún tipo de producto. La producción de un instructivo
para el armado de un artefacto, la escritura de un manual de uso de una
máquina o el diseño del texto de una pantalla para la interacción con un programa
informático son ejemplos de comunicaciones que suponen un uso particular
del lenguaje, por lo que merecen un tratamiento específico al interior del área.
La producción de este tipo de textos, cuando se asocia con actividades de dise
ño e implementación de artefactos o procesos técnicos, implica procesos de
escritura particulares debido a que pone en juego la necesidad de reflexionar y
organizar información, pero, fundamentalmente, de producirla.
Finalmente, en la enseñanza de Tecnología se pretende el desarrollo de ciertas
capacidades generales, vinculadas con la planificación y la ejecución de proyectos.
La escuela debe promover este tipo de trabajos y el área de Tecnología
parece ser uno de los ámbitos adecuados para su desarrollo. Se busca que los
chicos reflexionen sobre sus capacidades para la planificación y el control de
sus acciones y sobre el modo de utilizar de manera intencional y deliberada los
procedimientos relacionados con la resolución de problemas. Sin embargo, a la
hora de planificar la enseñanza se recomienda tener en cuenta los resultados de
ciertas investigaciones (Mc Cormick, 1999) que ponen en duda la posibilidad de
enseñar y aprender capacidades de orden general, transferibles a diferentes
contextos y situaciones. Es por esto que, más que enseñar un método general
siguiendo los pasos del “proyecto tecnológico” (determinación del problema,
concepción de un plan que lleve hacia la resolución, ejecución y evaluación) aplicable
a diferentes tipos de problemas, se propone que el docente seleccione
situaciones problemáticas que generen en los alumnos la necesidad de tomar
decisiones en base a los conocimientos disponibles. En estos casos, las dificultades
que deben superar los alumnos se vinculan con la toma de decisiones, con
el pensamiento estratégico, con el modo adecuado de resolver la situación
poniendo en juego aquello que ya saben. Así, el trabajo con problemas en el área
de Tecnología cobra diferentes sentidos dependiendo de la intencionalidad
docente. Cuando el docente se propone favorecer la construcción de nuevos
conocimientos a partir de los saberes previos de los alumnos, los problemas se
constituyen en herramientas que generan ciertos conflictos entre “lo que sé” y
“lo que necesito saber”. En cambio, cuando la intencionalidad docente se orienta
hacia el desarrollo de capacidades generales de resolución de problemas, las
estrategias empleadas por los alumnos se convierten en objeto de reflexión y
estudio (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2003).

Extraído de NAPs de Tecnología para el primer ciclo