jueves, 8 de mayo de 2008

El sentido de la educación tecnológica en la escuela

Los niños, al ingresar en primer año de la escolaridad básica, suelen considerar
los productos tecnológicos como si se tratase de algo natural, sin cuestionarse
el papel de la actividad humana en la creación de estos productos. Las ciudades,
los puentes o los campos sembrados simplemente se presentan como parte
del entorno, y no puede esperarse que ellos se pregunten en forma espontánea
si las cosas siempre han sido como ellos las conocen, o si siempre serán así.
Desnaturalizar aquello naturalizado, inaugurar nuevas preguntas en relación con
Los niños, al ingresar en primer año de la escolaridad básica, suelen considerar
los productos tecnológicos como si se tratase de algo natural, sin cuestionarse
el papel de la actividad humana en la creación de estos productos. Las ciudades,
los puentes o los campos sembrados simplemente se presentan como parte
del entorno, y no puede esperarse que ellos se pregunten en forma espontánea
si las cosas siempre han sido como ellos las conocen, o si siempre serán así.
Desnaturalizar aquello naturalizado, inaugurar nuevas preguntas en relación con
los objetos que cotidianamente utilizan. En primer lugar, podremos destacar que
los objetos son “diseñados”, es decir que alguien pensó en su forma y en las
características de los materiales con que se fabricaron las partes, haciendo hincapié
en que la forma y el material utilizado en la fabricación del objeto se relacionan
con la función que debe cumplir o con su uso. Promoveremos así la comprensión
de ciertas dependencias entre la forma de los artefactos y la función
que estos deben cumplir, analizando las relaciones entre finalidad, propiedades,
forma y los procedimientos de fabricación.
Las preguntas que el maestro plantee permitirán orientar la selección de los
materiales adecuados para construir el objeto. Por ejemplo: ¿de qué material
conviene fabricar un objeto? La respuesta a esta pregunta refiere a la función
general que dicho objeto debe cumplir y dispara una nueva pregunta: ¿para qué
sirve este objeto? A su vez, esta pregunta lleva a otra: ¿qué peculiaridades
tiene este objeto, para poder cumplir dicha función?; la respuesta será, por
ejemplo: tiene que ser resistente a los golpes o caídas (que no se rompa fácilmente);
una parte debe ser flexible (puede doblarse sin romperse); necesita
ser opaco, translúcido o totalmente transparente (en relación con la luz); ser
permeable al agua; debe ajustarse a una parte del cuerpo, entre otros posibles.
Así el docente a través de estas y otras preguntas podrá orientar la indagación
de sus alumnos acerca de las características del material adecuado
para fabricar el objeto diseñado por ellos.
En el primer y segundo año del Ciclo se podrá partir de la identificación de
los artefactos que se utilizan como intermediarios entre las acciones humanas y
el medio (las herramientas y utensilios de cocina) y del planteo de solución de
problemas sencillos de diseño y construcción de artefactos adecuados para realizar
una tarea. En las Propuestas para la enseñanza. incluidas en este documento,
se presentan ejemplos de este tipo de actividades. En el tercer año las propuestas
didácticas retomarán estos aspectos, y los ampliarán a otros ejemplos,
propiciando el reconocimiento de las partes de las herramientas de uso cotidiano:
mango, mecanismos y efector. Se diferencian de esta manera la parte de la
herramienta que se relaciona con el cuerpo y que permite su accionar (mango,
pedales, entre otros), los mecanismos que transmiten el movimiento y la parte
de la herramienta que actúa sobre el material y efectúa la tarea (corta, cose,
bate, etc.).

Extraído de NAPs de Tecnología de primer ciclo

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